Las comparecencias en la comisión de investigación del Parlamento de Navarra sobre adjudicaciones públicas ya tienen calendario definido. Los grupos parlamentarios han cerrado este miércoles en una reunión interna el orden y la dinámica de trabajo de la comisión, que arrancará el próximo 15 de octubre, y contará con sesiones maratonianas.

La presidenta de la comisión, Irati Jiménez (EH Bildu), ha explicado en rueda de prensa que las comparecencias comenzarán el 15 de octubre, con dos sesiones semanales fijadas para martes y miércoles. Cada grupo parlamentario dispondrá de 60 minutos para interrogar al compareciente, lo que implica que las reuniones podrán alargarse hasta siete horas de duración.

El turno de intervención lo abrirá el grupo con mayor representación, salvo que solo un grupo haya solicitado una comparecencia en concreto, en cuyo caso ese partido será el encargado de iniciar la ronda de preguntas. Este formato se ha aprobado con los votos a favor de UPN, Geroa Bai, PP y Vox, mientras el PSN, EH Bildu y Contigo-Zurekin han votado en contra.

Nombres destacados

La primera sesión del 15 de octubre abordará la adjudicación de las obras de duplicación de los túneles de Belate. En esa jornada declararán Jesús Polo, presidente de la mesa de contratación, y Lorenzo Serena, secretario de la misma mesa. Justo después irán compareciendo uno a uno los siete vocales de la mesa y los funcionarios que hubiesen redactado informes relacionados con Belate.

El listado aprobado incluye en total a 41 comparecientes, entre los que figuran políticos, empresarios y cargos técnicos. Entre los nombres más destacados figuran el de José Manuel Entrecanales, presidente de Acciona (17º en el orden), Antxon Alonso, administrador de Servinabar (19º), Bernardo Ciriza, exconsejero de Cohesión Territorial (21º), Óscar Chivite, actual consejero de Cohesión Territorial (23º), Santos Cerdán, exsecretario de Organización del PSOE (24º), Koldo García, exasesor del ministro José Luis Ábalos (27º).

También acudirán dos guardias civiles autores del informe de la UCO que incriminó a Cedán en la presunta trama de corrupción; el director general de Obras Públicas, Pedro López; el exdelegado de Acciona en Navarra, Fernando Merino; la exdirectora general de Presidencia, Edurne Eginoa, así como los exgerentes de Nasuvinsa, Jose Mari Aierdi y Alberto Bayona.

Para el tramo final de las comparecencias quedarán exconsejeros de la etapa de gobierno de UPN, entre ellos Lourdes Goicoechea (Economía), Javier Esparza (Desarrollo Rural), Francisco Iribarren (Economía) y Javier Morrás (Presidencia).

Margen para cambios

Jiménez ha señalado que el orden de participación es “provisional”, ya que podría modificarse según el desarrollo de los trabajos o si se solicita la inclusión de comparecencias de urgencia, que pueden pedirse con solo tres días de antelación.

Durante la reunión también se debatió la frecuencia y duración de las sesiones. Algunos partidos reclamaban tres comparecencias semanales y tiempos más cortos (30 minutos por grupo), con el objetivo de concluir la investigación en un plazo “razonable”. Finalmente, se ha impuesto la propuesta de dos sesiones y una hora por grupo.

Información pendiente

La comisión ha acordado además requerir información no entregada o remitida de forma incompleta. Según Jiménez, el Tribunal Supremo y la Audiencia Nacional respondieron que la comisión no tenía derecho a acceder a cierta documentación, algo que será recurrido.

Por el contrario, ya se ha recibido información procedente del Gobierno de Navarra, Servinabar, Geoalcali y las diputaciones de Bizkaia y Gipuzkoa, además de documentos remitidos por el propio Gobierno de España.

Finalmente, se ha aprobado pedir un informe a los servicios jurídicos del Parlamento para aclarar las responsabilidades de los miembros de la comisión en cuanto al uso y gestión de la información recibida.

“Ha habido un debate complejo en torno al orden de las comparecencias, pero se ha llegado a un acuerdo mayoritario”, ha resumido Jiménez, subrayando que el trabajo de la comisión avanza con un marco de funcionamiento definido, aunque sujeto a ajustes.