Vuelve a Estella-Lizarra y con la potencia de 30 obras, Miguel Galano, un pintor íntimo que a través de su mirada propone retratar la realidad en lo esencial. Y vuelve a Estella después de 25 años en los que participara en la desaparecida bienal pictórica de la ciudad del Ega, donde todavía recuerda la importancia de un premio que contaba con el sello de críticos como Juan Manuel Bonet, Fernando Huici o la propia Camino Paredes que sigue al frente del Museo Gustavo de Maeztu. Un regreso el del pintor asturiano que supone también comprobar otros tiempos en los que la pintura y el arte han cambiado, ya que se buscan objetivos diferentes “ahora se trabaja en la búsqueda de lo nuevo. Pero para mí lo nuevo no es un valor”, aseguraba Galano en la inauguración de sus exposición ‘Días sin sol’ en el museo estellés, “estoy agradecido por contar con este museo porque cada vez son menos los espacios para la exposición pictórica”.
Inauguración
Una inauguración hoy viernes que ha servido para ver la esencia de su pintura, alejada de las modas actuales más conceptuales que priman la idea sobre la obra, pasando por encima de la forma por la necesidad “muchas veces innecesaria” de interpretar todo lo que se ve y aquello que no se ve como es el caso de la figura humana o el sol en los paisajes de Galano. En este sentido, se autodeclara “un pintor a la antigua que cree que lo importante, lo que de verdad tiene que provocar una obra de arte, es la emoción”. Así, su apuesta es la de recoger la parte muda de la cultura, la que no tiene discurso, “lo que no quiere decir que no transmita y no provoque conmoción”.
Galano se “enreda” en su pinturas con un toque clásico impregnando su revisión monótona de la realidad, para alcanzar el lenguaje básico que, según su concepción, trasciende hacia lo esencial.
Postura artística
Su postura artística busca la esencia de la contemplación, la desnudez y el silencio que, para alcanzarlos, se requiere de “sudor y lágrimas”. Y es que en su postura vital, Galano huye de los academicismos y considera al artista como un alma genuina que crea independientemente de las explicaciones que se buscan habitualmente para entender un cuadro “los cuadros y el arte no tienen explicación porque el comprenderlos reduce su esencia”.
Sus obras llevan incorporada una trabajada técnica tradicional “no solo soy tradicional en la mirada, si no también en la técnica, el óleo permite hacer una aguada, un empaste y luego yo siempre pinto sobre lino como soporte, Velázquez pintaba siempre sobre lino porque tiene todas las garantías, incluso la de superar el paso del tiempo”.
Para Camino Paredes, directora del Gustavo de Maeztu, contar con la obra de Galeno es algo “muy especial porque se trata de un reencuentro con un artista muy importante”.
La muestra permanecerá abierta hasta el 22 de febrero de 2026 y ofrecerá al público “un recorrido por la esencia de su pintura, marcada por el silencio, la memoria y la luz contenida”, aseguraron en una nota desde el Maeztu.