El polvo suspendido en el aire y la oscuridad que envuelve la escena casi no permiten ver nada alrededor. Vestidas con pijamas de rayas sucios y desgastados, unas treinta mujeres se tumban en el suelo, unas encima de otras, en una fiel recreación de la precariedad que caracterizaba la vida en el campo de concentración de Ravensbrück. Durante cuatro semanas, Navarra acogerá el rodaje de ‘Each of Us’, un filme que muestra la resiliencia de cuatro mujeres presas en el peculiar y desconocido campo, levantado exclusivamente para atentar contra sus derechos.

Se trata de una película con un reparto internacional, con Diane Kruger como Gertrud, Carla Juri como Leah, Ninel Geiger como Aga y Aida Folch como Mar, y una dirección compuesta por Anne Z. Berrached, Stina Werenfels, Anna Jadowska y Neus Ballús. La cinta narra las vidas entrelazadas de cuatro mujeres víctimas del Holocausto durante los últimos meses de encierro en el campo de exterminio. El filme, que se divide en cuatro capítulos conectados entre sí, lucha contra el silencio que el mundo audiovisual ha guardado en torno a las historias de mujeres durante el régimen y el consiguiente protagonismo dominante que, por el contrario, han recibido las historias masculinas.

Es la segunda vez en pocas semanas que la actriz alemana, Diane Kruger (d), graba una película en Navarra. Patxi Cascante

La producción es peculiar por un sinfín de motivos. Principalmente, por situarse en un campo de concentración del que el cine todavía no ha hablado. Por otro lado, por su dirección. Detrás de cada una de las cuatro protagonistas hay una directora.

“Navarra es un lugar genial para grabar películas porque aquí te sientes parte de la comunidad”

Diane Kruger - Actriz

Esta singularidad se ha planteado con el fin de que la conexión de cada actriz con su papel sea lo más cercana posible, si bien es cierto que también está generando algunas dificultades, principalmente por la barrera lingüística

Al tratarse de una coproducción de cuatro países, hay que coordinar cuatro idiomas distintos. Sin embargo, Diane Kruger, una de las actrices protagonistas, ha considerado durante una rueda de prensa que ha tenido lugar esta mañana que “esto hace que el rodaje se asemeje a la situación de las mujeres a las que estamos interpretando, que también vivían entre varias lenguas que tenían que convivir en un mismo espacio”.

Solo para mujeres

90 kilómetros separan a la ciudad de Berlín de la localidad alemana de Ravensbrück donde, en 1939, el Tercer Reich mandó construir un campo de concentración exclusivo para mujeres. Entre sus muros, las presas eran obligadas a realizar jornadas de trabajo forzoso de hasta 16 horas, mientras sufrían la violencia de las guardianas. 

Aunque las protagonistas tienen nombre –Gertrud, Leah, Aga y Mar–, el campo redujo su identidad y dignidad a meros números. Junto a ellas, alrededor de 132.000 mujeres de 40 nacionalidades distintas fueron encarceladas en Ravensbrük, de las cuales 50.000 fallecieron debido a las condiciones infrahumanas del lugar y otras 2.200 fueron asesinadas en las cámaras de gas.

Además, el campo aprovechó la estancia de las mujeres allí para cometer atrocidades como abortos forzosos, esterilizaciones con sustancias tóxicas y violaciones, entre una interminable lista de infamias. Los exámenes ginecológicos que realizaban estaban caracterizados por sus pésimas condiciones de higiene y el uso repetido de utensilios en diferentes mujeres, sin la desinfección pertinente de los mismos. Estos factores generaron el caldo de cultivo perfecto para convertir el lugar en un nido de proliferación de enfermedades como el tifus o la tuberculosis.

Una de las escenas rodadas en Pamplona. Patxi Cascante

Ravensbrück en Navarra

El recinto de Refena, ubicado en Berriozar, está siendo plató, principalmente, de las escenas de interior de la película, las referentes a la vida en los barracones del campo. Sin embargo, también se están grabando allí algunas escenas de hospital y exterior. Casualmente, esta es la segunda vez en pocas semanas que Diane Kruger visita Navarra como parte de algún rodaje. De hecho, durante la rueda de prensa, la intérprete –premio Cannes 2017 a Mejor Actriz– admitió que Navarra es “un lugar genial para hacer películas porque su tamaño te permite sentirte parte de la comunidad”.

El resto de escenas de exterior fueron grabadas en Polonia, donde permanecieron durante otras cuatro semanas, y Alemania, donde se asentaron unos cuatro días. Para contar con la documentación necesaria para recrear en esos lugares de manera fidedigna la realidad de la época, el equipo ha contado con la colaboración del historiador Matthias Heyl.

En cuanto a fechas de estreno, el productor Eduard Vallès reveló que, “teniendo en cuenta la trayectoria de las directoras y las actrices, nos gustaría presentarla en alguno de los festivales de clase A, como el de Berlín”. Por el momento, se baraja la primavera de 2026 como posible fecha de estreno y se estima una duración aproximada de unos 110 minutos para la cinta, que estará traducida al alemán, francés, polaco, español y catalán.