Las altas temperaturas y la escasez de precipitaciones han provocado que nAVARRA se encuentre en una situación crítica.  En las reservas de la Cuenca del Ebro hay actualmente 3.400 hectómetros cúbicos de agua embalsada, cifra que representa un 12% menos que los valores de años anteriores.

Según ha informado la Confederación Hidrográfica del Ebro, la zona de las Bardenas, que depende del embalse de Yesa, se encuentra en estado de emergencia. Yesa cuenta con una ocupación actual del 22,6% de su capacidad total, es decir, contiene 100 hectómetros cúbicos, que probablemente disminuyan a lo largo de septiembre en caso de que no haya grandes precipitaciones.

Ramón Lúquez, Jefe de Explotación de la Confederación Hidrográfica del Ebro, ha señalado que “la campaña de riego tendrá que terminar antes que otros años”. Además, ha añadido que “se prevé que se llegue a vaciar de forma prácticamente total por el consumo de riego”.

Por su parte, la reserva de Itoiz se encuentra al 43% de su capacidad total, con 180 hectómetros cúbicos de agua, con una reserva inferior en un 5% respecto a los años anteriores en las mismas fechas.

En cuanto a los embalses más pequeños, Lúquez ha indicado que “funcionan con normalidad, rondando el 60% de su capacidad”. Eugui, se encuentra al 61,3%; Urdalur al 64,4%, con 3,53 hectómetros cúbicos de agua y Alloz, con 37,178 hectómetros cúbicos, está al 56% de su capacidad total.

Por otro lado, Mairaga ronda los 1,554 hectómetros cúbicos, llegando al 67% de su capacidad total.