El Ayuntamiento de Pamplona ha elaborado un nuevo protocolo reforzado de intervención y seguimiento para las personas residentes en apartamentos municipales.

La medida se adopta tras las carencias detectadas en el servicio, como se puso de manifiesto recientemente tras encontrarse el cadáver del residente en uno de estos pisos tutelados en avanzado estado de descomposición.

El nuevo protocolo establece visitas periódicas, de forma que el seguimiento sea más estrecho para las personas con mayor grado de vulnerabilidad.

El concejal delegado de Acción Social, Txema Mauleón, ha destacado la importancia de este protocolo y el próximo refuerzo de personal para atender mejor a las personas mayores que residen en los apartamentos municipales. “Este protocolo va a ser trabajado en la próxima comisión, y esperamos que con las aportaciones que se requiera, sea aprobado por unanimidad de los grupos municipales” ha indicado el concejal de Contigo-Zurekin.

Los apartamentos municipales para personas mayores son un servicio de alojamiento dirigido a personas mayores de 65 años con un buen nivel de autovalimiento que presentan graves problemas de vivienda.

En la actualidad el Ayuntamiento de Pamplona cuenta con 144 apartamentos, distribuidos en 5 barrios: San Juan, Iturrama, Milagrosa, Rochapea y Casco Viejo, que pueden utilizarse de manera individual o en pareja.

Las transformaciones vividas en los últimos años exigen actualizar y redefinir algunas de nuestras políticas y modos de intervención, en concreto aquellas que se dirigen a las personas mayores.

“Este protocolo va a ser trabajado en la próxima comisión, y esperamos que con las aportaciones que se requiera, sea aprobado por unanimidad de los grupos municipales”

Txema Mauleón - Concejal de Acción Social

En esta revisión de adaptar los recursos municipales a las necesidades actuales, el Ayuntamiento de Pamplona va a reforzar el seguimiento y la intervención social llevada a cabo en los apartamentos con la implementación de la figura de 4 trabajadoras familiares y un protocolo de intervención y seguimiento que mejora la atención integral que ya se venía realizando a las personas residentes.

Visitas y seguimientos

Este protocolo se divide en cinco grandes apartados, para abarcar desde el proceso de acogida, seguimiento e intervención y todas las actividades de coordinación, hasta la actuación en caso de fallecimiento dentro de la vivienda y evaluación del mismo.

La actualización periódica de la información en torno a las personas usuarias garantiza una mejor atención y una intervención más ágil en caso de detectarse cualquier incidencia. El texto también incluye las visitas periódicas a las personas residentes, incluso en el caso de renuncia expresa al Servicio de Ayuda al Domicilio (SAD).

El documento desarrollado por el área de Acción Social detalla todos los pasos a seguir para atender a las personas usuarias, empezando por el proceso de acogida.

En este primer estado, cuando hay alguna plaza disponible, se realiza una entrevista personal con la persona candidata para comprobar que se cumplen los requisitos, explicar la normativa de funcionamiento y entregar la documentación pertinente. A continuación, se visita el apartamento, para que la persona decida si acepta o renuncia a la vivienda.

Para garantizar la mejor atención posible, las trabajadoras familiares asignadas a cada bloque realizarán una ficha diagnóstica, que incluye toda la información de los residentes: existencia de red familiar/social, situación de salud, red informal dentro y fuera de los apartamentos, organización y mantenimiento de la vivienda, detección de problemas de salud, dificultades de autonomía física y/o psicológica que pudieran ser susceptibles de intervención.

Además, la atención se refuerza en caso de altas hospitalarias o convalecencias, ante conflictos entre inquilinos, problemas con familiares, incumplimientos de normativa o situaciones de suciedad y acumulación de objetos. Si se van a producir ausencias temporales, la persona usuaria debe avisar, especificando el motivo de la ausencia y la duración.

El documento establece un protocolo de actuación en el caso de que se produzca el fallecimiento de alguna persona residente en el apartamento, como el registrado el pasado mes de marzo.

Establece que cuando se registre un deceso de este tipo, la trabajadora social a cargo debe llamar al auxiliar de funcionamiento y a Policía Municipal para acudir conjuntamente al domicilio.

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Es competencia del Policía Municipal llamar al centro de salud para certificar la defunción y si el personal médico judicializa el caso, se debe llamar a la Policía Judicial.

Además, se contacta con la familia o personas de referencia. En cuanto al enterramiento, si la persona carece de seguro de decesos, recursos económicos y cobertura familiar, se activa el protocolo municipal de enterramiento por beneficencia.