El futuro de Jagoba Arrasate al frente de Osasuna se conoce en los próximos días –quizás horas– y así quedarán despejadas las dudas que enfrenta el proyecto deportivo del curso que viene. Tanto el club como el técnico parecen dispuestos a cumplir el pacto de ofrecer un veredicto en el mes de marzo, por lo que estas jornadas resultan las últimas del plazo, las decisivas, con decisiones ya ineludibles.

La participación del entrenador rojillo el sábado en el amistoso con la Euskal Selekzioa fue el último paréntesis que se han tomado las partes antes de celebrar la reunión definitiva. Antes del partido en San Mamés, hubo una nueva toma de contacto entre Arrasate y la dirección deportiva, pero de ella no salió ninguna resolución y todo se cifró para una última reunión definitiva esta semana.

Como no ha trascendido el contenido de las conversaciones –el contacto permanente entre el técnico y Braulio en el día a día en Tajonar es uno de los argumentos que utilizan los implicados para quitar boato a la negociación–, ni se ha trasmitido un mensaje positivo, las especulaciones aceptan cualquier desenlace.

CRUCE DE DECLARACIONES

El sábado pasado, sin embargo, fue generoso en cuanto a declaraciones para encuadrar un poco más el marco de la situación. Arrasate, al término del encuentro ante Uruguay, fue escueto pero claro en sus manifestaciones. El técnico dijo que todo el mundo podía expresar su opinión en estos momentos, pero también zanjó el asunto.

“Los que estamos dentro tenemos clarísimo lo que queremos y esta semana vamos a hablar. No puedo decir mucho más”, afirmó.”Tenemos confianza y siempre hablamos a la cara. Veremos qué es lo mejor para mí y para Osasuna”, añadió cuando se le recordaron las manifestaciones previas de Luis Sabalza en las que expresaba su esperanza de que el técnico continuara en el club.

Sabalza y Arrasate hablan de manera distendida. Oskar Montero

Si las palabras de Arrasate anuncian que en las próximas conversaciones con el club se van a poner por su parte cuestiones importantes encima de la mesa antes del anuncio de la decisión final, las del presidente de Osasuna expresan deseo y convicción por seguir con el mismo entrenador. “Espero, quiero y deseo que renueve con nosotros. No nos hemos sentado a hablar de la temporalidad, ni del dinero”, aseguró Sabalza.

“No he cambiado de opinión como tampoco ha cambiado la junta directiva lo que piensa”, añadió en otro momento el mandatario rojillo refiriéndose a su pensamiento expresado en el mes de diciembre, en la comida de Navidad, y añadiendo alguna clave referida también al apoyo del resto de directivos a la labor del técnico. Sabalza mandó un mensaje evidentemente al entrenador –también le añadió un punto de presión pese al tono afectuoso de sus palabras–, a la afición y al entorno.

Las declaraciones de Arrasate –”tenemos clarísimo lo que queremos”– quizás entroncan con las que realizó hace unas semanas, este mismo mes, y que señalan el proyecto deportivo como una de sus exigencias. “Tengo que saber cómo respira el vestuario, cuál es el plan del club, cómo puede ser la planificación, la temporalidad de esa oferta, son muchas cosas”, afirmó. Afrontar una séptima temporada en el mismo equipo es un reto con el suficiente calado como para que quede todo muy claro.

Los datos

  • El entrenador: Arrasate decide esta semana sobre su continuidad en Osasuna, mientras que otros medios indican que el técnico rojillo figura en una lista de futuribles para el banquillo del Sevilla en sustitución de Quique Sánchez Flores.
  • Esta semana: El futuro del entrenador rojillo se conoce a lo largo de la semana.