Plena sintonía entre la presidenta del Gobierno de Navarra, María Chivite, y el lehendakari del Gobierno de Vitoria, Imanol Pradales, en su primera reunión oficial. Una sintonía basada en el mutuo reconocimiento y las afinidades históricas, socioculturales y prácticas de una ciudadanía repartida, que no dividida, en dos estructuras administrativas autonómicas con vocación de cooperación y voluntad de crecer conjuntamente en bienestar, libertades y convivencia. Con intereses compartidos y características propias que no ocultan la intensa conexión de su especificidad compartida en forma de organización jurídica y administrativa propias plasmadas en la Ley del Amejoramiento del Fuero y el Estatuto de Gernika, respectivamente. Los marcos legales específicos comparten características en términos de autogobierno que son objeto de desconfianza, cuando no de persecución, por una parte muy importante del pensamiento político español. La voluntad de ambos líderes de hacer pedagogía sobre la realidad de los sietemas de corresponsabilidad y autosuficiencia fiscal que son el Concierto y en Convenio requerirá también de una cohesión sincera y sin ambages entre ambas administraciones frente a la descalificación interesada y la ocultación de su realidad: modelos solidarios, modelos de sostenibilidad autónoma, de riesgo y de compromiso. La cooperación entre Navarra y la Comunidad Autónoma del País Vasco es una apuesta de bienestar colectivo para sus ciudadanos. Siendo indiscutible el vínculo sociocultural histórico de su ciudadanía, se refuerza con la coincidencia de un modelo de bienestar socialmente responsable. Razón de más para hacer causa común frente a distorsiones del debate político español que van en detrimento de los derechos, el ejercicio de la voluntad y la sostenibilidad de la calidad de vida de navarros, alaveses, guipuzcoanos, y vizcainos. No se trata de un mero espacio de conexión ideológica, sino de inicativas que afectan a la vertebración de las relaciones sociales, económicas y culturales. La cooperación transfronteriza en el marco europeo, el desarrollo de la movilidad ferroviaria, el impulso a la innovación, la calidad en la prestación de servicios públicos y un largo etcétera de intereses compartidos reclaman cada vez más cohesión y defensa conjunta de la especificidad de ambas comunidades.