Pueblos sepultados bajo miles de hectómetros cúbicos de agua, piedras que guardan la memoria de los roces, ecos y emociones de quienes un día fueron encerrados tras muros y rejas, edificios que proyectan ruinas del futuro y un viaje al lugar donde transitan los sueños. Es lo que propone Bajo la superficie, título del programa Mapamundistas 2024, comisariado por Alexandra Baurès y desplegado en el Horno y la Caserna nº 6 de la Ciudadela, el Museo de Navarra y el civivox Iturrama, en Pamplona; así como en el Batán de Villava, el Centro de Arte Contemporáneo de Huarte y el monte Ezkaba

En palabras de Baurès, la propuesta pretende “atravesar las barreras de lo invisible, de lo oculto, de lo olvidado” mediante pequeños objetos, piedras, restos... aquello que es “imperceptible”. Las/os artistas que participan en esta edición de Mapamundistas “se interesan por “los territorios que albergan relatos que participan de la complejidad del mundo, pero que están escondidos u olvidados”, subraya.

‘Los hondos’

Desde hoy se puede visitar ya en el Horno de la Ciudadela de Pamplona la exposición Los hondos, en la que la artista catalana Olga Olivera-Tabeni muestra tres piezas. La instalación Pirineos, arqueología viva presenta una serie de lebrillos –utensilios de barro vidriado que se usan en el Pirineo Oriental desde la Edad Media o incluso antes– que, en este caso, están llenos de una masa madre que elaboró la propia creadora a partir de semillas de trigo encontradas en yacimientos arqueológicos. Con esta acción, la artista grabó un video que también se puede ver en el Horno y que se abre a “no quedarnos en el pasado y apostar por un sistema más sostenible”.

Por su parte, Colorimetrías en la Ribera del Ebro se refiere directamente al incendio que en 2019 devastó las tierras próximas a la Torre de L’Espanyol. Olivera-Tabeni exploró aquel terreno “que ya antes estaba muy abandonado, deshabitado” y recogió muestras de campo e informes de colores, tanto de las cenizas como de las cañas, los olivos y los pinos que empezaban a brotar y produjo pinturas y carboncillos de toda esa gama, “deconstruyendo de modo abstracto el paisaje resultante del desastre”. Como anécdota, la artista cuenta que, en esa indagación, se topó con dos bombas de la Guerra Civil que, tras su aviso, los Mossos d’Esquadra explosionaron. Por último, Las manualidades como una de las bellas artes presenta un conjunto de figuras de papiroflexia cuya forma y nombre florales representan a las calles y los pisos embargados en una urbanización de L’Hospitalet de l’Infant que la creadora descubrió cuando acompañaba a un pastor trashumante por la zona.

Amaia Molinet, en la Caserna nº 6 junto a su propuesta y la de Eriz Moreno. Patxi Cascante

‘La tercera piedra’

Amaia Molinet y Eriz Moreno comparten el interés de revisitar lugares que fueron escenarios de represión violenta y resistencia en el siglo XX. La tercera piedra es el nombre bajo el que reúnen tres instalaciones en la Caserna nº 6 de la Ciudadela. La pieza más próxima a la entrada se titula Teufelsberg (la montaña del diablo) y hace referencia a la montaña artificial del oeste de Berlín construida con un tercio de los escombros de las casas que fueron bombardeadas en la ciudad durante la 2ª Guerra Mundial. Bajo esos restos yacen los de un complejo sin terminar diseñado por Albert Speer, el arquitecto predilecto de Hitler. Hoy, aquello es un bosque que sirve de recreo a los paseantes. Moreno nos invita a detenernos y a tomar conciencia de aquellos fragmentos que esconden miles de vidas destruidas por la contienda.

En Cárcel de Carabanchel, Amaia Molinet muestra el resultado del encargo que recibió de Ey!Studio para investigar en torno al enorme solar que es hoy el lugar que ocupaba la prisión. “Me encontré con muchas piedras, algunas enormes, con una disposición que me remitió a ciertos monumentos megalíticos”. La artista fotografió esos restos y alimentó su proyecto con entrevistas a un grafitero que pintó sus paredes cuando aun permanecía en pie, a un historiador que acaba de publicar un monográfico sobre la cárcel y a una mujer que fue presa política en ella. Y lo exhibe a través de “un display más propio de museo arqueológico”.

Por último, Prisión provincial de Pamplona y Fuerte de San Cristóbal recoge restos de la antigua cárcel del barrio de San Juan y del penal franquista del monte Ezkaba, mostrando también fotografías de las primeras exhumaciones llevadas a cabo en los años 78 y 79 en pueblos de Navarra y a las que accedieron gracias al Instituto Navarro de la Memoria. También hay una imagen de la puerta del fuerte y un frottage que recupera la de la ya derribada. Además, investigando para este proyecto, “encontramos cartas que escribió un preso que fue ejecutado”, y cuyas réplicas pueden verse ahora en esta exposición de Mapamundistas.

'Atlas oculto', propuesta de Anne-Laure Boyer. lavisual fotográfica

Más exposiciones

  • El Sario. Ignacio García Sánchez muestra Sueños de hormigón armado hasta el 25 de octubre en El Sario de la UPNA. 
  • Batán. Anne-Laurie Boyer mostrará en el Batán de Villava entre el sábado, 14 de septiembre, y el 27 de octubre, Atlas oculto, en la que presenta mapas, fotografías y otros materiales sobre pueblos del Estado sepultados por pantanos.
  • Performance. Itziar Okariz interpretará la performance Diario de sueños el 18 de septiembre, a las 18.00 horas en el vestíbulo del Museo de Navarra.

En paralelo

  • Recorrido. El 12 de octubre, habrá dos horarios (de 10.00 a 13.00 y de 16.00 a 19.00) para realizar el recorrido Ciudadela, Monte Ezkaba y Centro Huarte, un taller caminando con Amaia Molinet y Olga Olivera-Tabeni.
  • Cine. En torno a las mismas temáticas giran las 3 películas programadas en civivox Iturrama los días 15, 22 y 29 de octubre (19.00 horas): Caminar sobre el agua, de Aïssa Maïga; Atlas oculto, de Anne-Laure Boyer, y Urpean Lurra, de Maddi Barber, y Me encantó vivir ahí, de Régis Sauder.