El teatro también se puede disfrutar con el móvil y auriculares. Al menos, una pequeña parte de él. Es lo que propone Dramawalker, un proyecto de seis ficciones sonoras creadas por otros tantos autoras/es navarras/es creado y producido por el Centro Dramático Nacional (CDN) y que se traslada a Pamplona gracias al Teatro Gayarre. Lo ideal es que estos relatos se escuchen en los distintos puntos de la ciudad que reflejan y que, en total, suman un recorrido de unos 90 minutos. No quedan entradas para los pases previstos los días 30, 7, 14 y 21 de mayo a las 18.00 y a las 19.30 horas, que contarán con la guía de las/os dramaturgas/os. Sin embargo, también se pueden disfrutar ya en cualquier sitio del mundo desde las páginas web del teatro y del CDN

“Teatro y era digital se unen” en esta iniciativa que reúne el trabajo de “seis plumas maravillosas”, comenta Grego Navarro, directora del Teatro Gayarre, coproductor de Dramawalker Pamplona-Iruña. Las de Miguel Goikoetxandia, Víctor Iriarte, Ana Maestrojuán, Estefanía de Paz Asín, Maite Redín y Alfredo Sanzol. Acrónica Producciones se ha encargado de la parte técnica, poniendo el máximo cuidado en todos los sonidos, entre ellos las de las actrices y los actores navarras/os Sergio de Andrés, José María Asín, Eva Azpilikueta, Celia Fañanás, Marta Juániz, Óscar Orzaiz y Oier Zuñiga, que han puesto voz a estas piezas.

Fernando Sánchez-Cabezudo, coordinador artístico y asesor del Centro Dramático Nacional, es el ideólogo de esta propuesta que ya se ha realizado en Santiago de Compostela, Sevilla, Logroño, Barcelona, Madrid y Santiago de Chile. “Y esperamos volver pronto a Latinoamérica”, explica Alfredo Sanzol, director del CDN y reconocido hace unos días con el Premio Príncipe de Viana de la Cultura. “Este proyecto cumple con una de nuestras misiones, que es salir de nuestra sede y colaborar con creadores de otros lugares”. Además, “al ser ficción sonora, la producción es más ágil” y “nos permite introducirnos en el mundo on line”, abunda el autor pamplonés, en referencia a la “revolución de los podcasts”. 

Sánchez-Cabezudo, por su parte, afirma que tiene que haber sido “un reto” para las/os autoras/as “geolocalizar las historias”. “Lo más difícil siempre es llegar a ellas, hablar con los vecinos, documentarse... Luego viene la escritura y después la producción sonora, en la que se incluye el ambiente “para que quienes las escuchen pueda sumergirse mejor en la ciudad”, en Pamplona en este caso, que ejerce de “escenografía” de un proyecto que también quiere “generar un espacio de empatía con la ciudadanía”. “Lo más interesante es caminar y escuchar, pero las historias se pueden escuchar desde casa o desde cualquier lugar del mundo”, agrega.

“Escuchar estas piezas te despierta la curiosidad por saber más de las ciudades de las que hablan”

Alfredo Sanzol - Dramaturgo, director del Centro Dramático Nacional

Y, aunque cada historia es diferente, “sí tienen un sabor común”, un cierto fondo “evocativo”, indica Sanzol, y Sánchez-Cabezudo añade que, al final, se trata de hacer aflorar “la identidad” de cada urbe. Y también de generar “una comunidad de personas” que, al caminar juntas, “compartirán otras historias a partir de las que están escuchando” y que plasman “la memoria de una ciudad”, con sus “esperanzas, deseos, amor...”

¿La ciudad somos los ciudadanos?

Además de escribir una de las piezas, Ana Maestrojuán ha sido la coordinadora artística de la propuesta. Y coincide con sus compañeras/os en que el resultado “parece un libro de relatos con una autoría común” que “crean una forma diferente de mirar Pamplona”. Nuevos vínculos. Asimismo, comparte “lo bien que me lo he pasado” con las grabaciones, aunque admite que la responsabilidad de “poner voz a textos de autores que conozco” es “mucha”. En su opinión, el propósito de esta experiencia es “generar algo intangible, pero compartido”, con una pregunta final: “¿La ciudad somos –la hacemos– los ciudadanos o el ayuntamiento y las instituciones?”

Como cuenta Maestrojuán, durante los recorridos en compañía de las/os autoras/es, “iremos por calles que faciliten el paseo e intentaremos generar sensaciones”. Cada historia se registró donde sus creadoras/es propusieron, “y eso ya servía para colocar a los actores en situación”. Lugares como el mismo Teatro Gayarre, los Caídos, paseo de Sarasate, Geltoki, la Taconera o el club Larraina. “Tuvimos suerte y las grabaciones fueron en verano; fueron jornadas agradables”, continúa la dramaturga y directora de escena, que recomienda participar con calzado cómodo y batería en el móvil. Y auriculares, claro; esto va de escuchar.

De izquierda a derecha, de pie, Ana Mendioroz, Grego Navarro, Marta Juániz, Ana Maestrojuán, Miguel Goikoetxandia, Maite Redín, Víctor Iriarte, Sergio de Andrés y Carolina Otamendi. Agachadas/os: Maialen Marín, Estefanía de Paz, Alfredo Sanzol, José Mª Asín y Fernando Sánchez Cabezudo. Iban Aguinaga